domingo, 31 de agosto de 2008

Eutanasia

¿Qué es?

El término eutanasia deriva del griego: "eu" (bien) y "thánatos" (muerte). Es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste con el fin de evitarle sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de su vida. Cabe destacar dos datos relevantes: para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del enfermo. Actualmente, se distingue del término 'muerte digna', que consiste en el otorgamiento de medidas médicas paliativas (que disminuyen el sufrimiento o lo hacen tolerable), de apoyo emocional y espiritual a los enfermos terminales.

Clasificaciones de eutanasia

Existe mucha confusión en cuanto a la forma de calificar la eutanasia actualmente. En el medio hispanohablante se han introducido conceptos provenientes de la evaluación ética de la eutanasia y se la califica de directa o indirecta en cuanto existe o no la intención de provocar primariamente la muerte en las acciones que se realizan sobre el enfermo terminal. En el contexto anglosajón, se distingue entre la eutanasia como acción y la eutanasia como omisión (dejar morir). Su equivalente sería eutanasia activa y eutanasia pasiva, respectivamente. También se utilizan, en forma casi sinónima, las calificaciones de positiva y negativa respectivamente.

1. Eutanasia directa: Adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable, esta a su vez posee dos formas:

Activa: Consiste en provocar una muerte indolora a petición del afectado cuando se es víctima de enfermedades incurables muy penosas o progresivas y gravemente invalidantes; el caso más frecuentemente mostrado es el cáncer, pero pueden ser también enfermedades incurables como, la migraña, la obesidad o la depresión crónica. Se recurre, como se comprende, a substancias especiales mortíferas o a sobredosis de morfina.

Pasiva: Se deja de tratar una complicación, por ejemplo una bronconeumonía, o de alimentar por vía parenteral u otra al enfermo, con lo cual se precipita el término de la vida; es una muerte por omisión. De acuerdo con Pérez Varela “la eutanasia pasiva puede revestir dos formas: la abstención terapéutica y la suspensión terapéutica. En el primer caso no se inicia el tratamiento y en el segundo se suspende el ya iniciado ya que se considera que más que prolongar el vivir, prolonga el morir” Debe resaltarse que en este tipo de eutanasia no se abandona en ningún momento al enfermo.

2. Eutanasia indirecta : Consiste en efectuar procedimientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la muerte, por ejemplo la sobredosis de analgésicos, como es el caso de la morfina para calmar los dolores, cuyo efecto agregado, como se sabe, es la disminución de la conciencia y casi siempre una abreviación de la vida. Aquí la intención, sin duda, no es acortar la vida sino aliviar el sufrimiento, y lo otro es una consecuencia no deseada.

Otros conceptos relacionados son:

Suicidio asistido: Significa proporcionar en forma intencional y con conocimiento a una persona los medios o procedimientos o ambos necesarios para suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de medicamentos, la prescripción de dichos medicamentos letales o su suministro. Se plantea como deseo de extinción de muerte inminente, porque la vida ha perdido razón de ser o se ha hecho dolorosamente desesperanzada.
Cacotanasia: Es la eutanasia que se impone sin el consentimiento del afectado. La palabra apunta hacia una mala muerte (kakós: malo)

Ortotanasia: Consiste en dejar morir a tiempo sin emplear medios desproporcionados y extraordinarios. Se ha sustituido en la terminología práctica por muerte digna, para centrar el concepto en la condición ("dignidad") del enfermo terminal y no en la voluntad de morir.

Distanasia: Consiste en el "encarnizamiento o ensañamiento terapéutico", mediante el cual se procura posponer el momento de la muerte recurriendo a cualquier medio artificial, pese a que haya seguridad que no hay opción alguna de regreso a la vida, con el fin de prolongar su vida a toda costa, llegando a la muerte en condiciones inhumanas, aquí se buscan ventajas para los demás, ajenas al verdadero interés del paciente.

Sobre la dignidad de la vida humana

La dignidad humana se invoca tanto para defender la eutanasia como para rechazarla.

Para sus defensores, la dignidad humana del enfermo consistiría en el derecho a elegir libremente el momento de la propia muerte. Para sus detractores, la dignidad humana sería oponerse a este derecho, por considerarlo una arbitrariedad humana frente a un asunto exclusivamente divino.

Evidentemente, tras este uso equívoco del término dignidad subyacen distintas concepciones del ser humano, de la libertad, de la ciencia médica y del conjunto de los derechos humanos.

Argumentos a favor
Médicos
  • Desde siempre, los médicos han participado en la toma de decisiones sobre el fin de la vida y actualmente es común suspender o no instaurar tratamientos en determinados casos, aunque ello lleve a la muerte del paciente. Es lo que se conoce como limitación del esfuerzo terapéutico, limitación de tratamientos o, simplemente, eutanasia pasiva. Ésta se lleva a cabo con el conocimiento y anuencia de los familiares y/o curadores del paciente.
  • En medicina, el respeto a la autonomía de la persona y los derechos de los pacientes son cada vez más ponderados en la toma de decisiones médicas.
  • En sintonía con lo anterior, la introducción del consentimiento informado en la relación médico-paciente, y para éstas situaciones, la elaboración de un documento de voluntades anticipadas sería una buena manera de regular las actuaciones médicas frente a situaciones hipotéticas donde la persona pierda total -o parcialmente- su autonomía para decidir, en el momento, sobre las actuaciones médicas pertinentes a su estado de salud.


Jurídicos

  • La despenalización de la eutanasia no significa obligatoriedad absoluta. No se puede imponer el criterio de un conglomerado al ordenamiento jurídico de todo un territorio, por lo que el derecho debiera asegurar los mecanismos para regular el acceso a la eutanasia de los pacientes interesados que cumplan unos requisitos especificados legalmente; así como de la legalidad y transparencia de los procedimientos.
  • La sociedad moderna basa su ordenamiento jurídico en la protección de los derechos humanos. En este sentido, cada enfermo tiene derecho a decidir, informada mente, sobre los asuntos que pertenecen a una esfera tan privada como su cuerpo; y en virtud de esto, decidir cómo quiere seguir -o no seguir- viviendo.


Argumentos en contra

Máquina confiscada en Australia (enero de 2003) al abogado Philip Nitschke cuando pretendía transportarla a los Estados Unidos, el aparato causaba la muerte a través de fuertes dosis de monóxido de carbono y fue de uso legal en el Territorio del Norte entre 1995 y 1997.


Los argumentos en contra inciden en la inviolabilidad de la vida humana, la defensa de su dignidad independientemente de las condiciones de vida o la voluntad del individuo implicado, y las repercusiones sociales de desconfianza que podría conllevar la eutanasia.


La Asociación Médica Mundial considera contrarios a la ética tanto el suicidio con ayuda médica como la eutanasia, por lo que deben ser condenados por la profesión médica. En cambio recomienda los cuidados paliativos.


"El suicidio con ayuda médica, como la eutanasia, es contrario a la ética y debe ser condenado por la profesión médica. Cuando el médico ayuda intencional y deliberadamente a la persona a poner fin a su vida, entonces el médico actúa contra la ética. Sin embargo, el derecho de rechazar tratamiento médico es un derecho básico del paciente y el médico actúa éticamente, incluso si al respetar ese deseo el paciente muere." Resolución AMM


La postura de las iglesias cristianas en tanto, a nivel mundial, es mayoritariamente contraria a la eutanasia y al suicidio asistido: es el caso de la Iglesia Católica Romana y de las Iglesias evangélicas y pentecostales. La postura del actual papa Benedicto XVI quedó explícitamente recogida en una carta a varios eclesiásticos norteamericanos de 2004:


No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia.

Tercer punto de la carta de J. Ratzinger, al cardenal Theodore McCarrick, Arzobispo de Washington DC


Las
Iglesias luteranas y metodistas en cambio, como asimismo la mayoría de las afiliadas a la Comunión Anglicana se oponen en principio, pero dan espacio para la decisión individual caso a caso. Por otro lado, varias iglesias han optado por no pronunciarse a este respecto y enfatizar el valor de la conciencia individual en cuestiones éticas, es el caso de las iglesias católicas afiliadas a la Unión de Utrecht, y algunas Iglesias presbiterianas, entre otras.

sábado, 30 de agosto de 2008

Técnicas genéticas para la leucemia

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) logra, en la actualidad, identificar el marcador genético en la mitad de los casos de leucemia aguda, lo que permite desarrollar tratamientos dirigidos a destruir de forma selectiva las células que contienen una alteración genética concreta o a reparar el material genética, según informó hoy esta institución.
Estos datos fueron presentados hoy en el marco de una jornada sobre genética molecular de leucemia mieloide aguda (LMA) y síndrome mielodisplásico SDM).
De esta forma, tal y como explica Juan Cruz Cigudosa, jefe de la Unidad de Citogenética del Programa de Biotecnología del CNIO, este tipo de leucemia "es en la actualidad un modelo genético perfecto para el el estudio del cáncer". Así, el nivel de conocimiento adquirido ha permitido desarrollar tratamientos específicos contra la leucemia mieloide crónica y la leucemia promiolocítica.
Esta última leucemia es otro caso de referencia a la hora de identificar los marcadores genéticos del cáncer. Así, los expertos han conseguido reordenar el material genético al trasladarse una parte del cromosoma 15 al 17 y viceversa. Esta alteración provoca el bloqueo en la diferenciación celular.
En la actualidad, se están desarrollando fármacos específicos para otros marcadores genéticos ya indentificados, como mutaciones (FLT3), cuya presencia determina que el paciente no responsa al tratamiento, y la sobre expresión de un gen (WT1), que indica la mala evolución de la enfermedad.
Por otra parte, los expertos abordaron en la jornada la investigación genética de este tipo de cáncer mediante la utilización de oncochip para determinar el perfil genético de los diferentes tipos de leucemias. No obstante, el problema es que el análisis con oncochip permite estudiar simultáneamente miles de genes y determinar qué alteraciones genéticas se sobre expresan o se infra expresan en una muestra de tumor, "pero no permite identificar posibles dianas génicas", destaca Miguel Ángel Sánz, jefe del Servivio de Hematología del Hospital La Fe de Valencia.
Mientras tanto, los expertos están realizando análisis con oncochips en leucemias promielocíticas, para comprobar si esta enfermedad ofrece un perfil genético distinto al de otras leucemias y poder determinar si las diferencias de pronóstico están determinadas por la presencia de ciertas alteraciones genéticas.
ONCOCHIP GENÓMICO SUBTELOMÉRICO

Otra de las novedades presentada en la jornada se refiere a la fabricación por el CNIO del primer oncochip genómico, en colaboración con laboratorios de genética de ocho países europeos. La diferencia con los oncochip tradicionales es que permite realizar análisis a nivel cromosómico, una zona del genoma muy rica en genes.
Las alteraciones de estas regiones del genoma se han relacionado hasta la fecha con enfermedades congénitas, como el retraso mental y malformaciones, pero se desconoce su implicación en el cáncer. Los expertos esperan que su análisis aporte nuevos datos sobre el estudio genético del cáncer y la línea de investigación de farmacogenómica.

Tratamiento para la leucemia

TRATAMIENTO
El tratamiento para la leucemia consiste en un tratamiento específico, para eliminar las células cancerosas, y un tratamiento de soporte, para resolver problemas colaterales de la enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento específico. Las características del paciente y de la enfermedad harán que tengan mayor o menor éxito este tratamiento.

TRATAMIENTOS ESPECÍFICOS

Leucemia aguda linfoide:

Se suelen utilizar para la inducción a la remisión, durante cuatro semanas, glucocorticoides asociados a antraciclina, vincristina y asparaginasa. En jóvenes y niños, la remisión se consigue en el 90% y, en adultos y ancianos, del 40% al 70%.
Tras la inducción se administran bloques de quimioterapia intensiva (altas dosis de methotrexate, cytarabina y mercaptopurina), utilizando casi todos los fármacos con actividad contra esta enfermedad, que dura entre tres o cuatro meses.
En pacientes jóvenes y con edad no muy avanzada, con datos de mal pronóstico (leucemia cromosoma Philadelfia positiva o con tras locación BCR/ABL), esta fase pude ser sustituida por mega dosis de quimioterapia seguida de un trasplante de células madre (formadoras de sangre), es decir, un trasplante de medula ósea, autólogo o alogénico.
Una variante de la leucemia aguda linfoide, la LAL3 que representa un 2% de las LAL, que años antes tenía mal pronóstico, puede tratarse de forma mas intensiva y menos prolongada, 18 semanas de duración, sin tratamiento de mantenimiento, y empleando casi todos los fármacos con actividad-LAL.
En este tipo de leucemia, tiene una alta incidencia de recaída en el SNC. Para evitar esto, se precisa realizar un tratamiento de quimioterapia intratecal, que es inyectado en el fluido de la médula espinal, que es administrado cada pocos días durante la inducción, consolidación y mantenimiento, hasta un total, de 10 a 15 inyecciones.
La eficiencia de estos tratamientos es muy alta en niños, la curación se estima en torno al 70% de los casos. En niños con mal pronóstico o en adultos, la eficacia es menor, estando entre el 50% y el 70% los que alcanzan la remisión.

Leucemia aguda mieloide:

El tratamiento de esta leucemia intenta conseguir la remisión precoz, pero este tipo de leucemia responde a menos fármacos y además el tratamiento suele empeorar el estado del paciente antes de empezar a proporcionarle alguna mejoría.

El empeoramiento ocurre por que los fármacos suprimen la actividad de la médula ósea y, debido a esto, disminuye el número de glóbulos blancos (principalmente los granulocitos), lo que aumenta las posibilidades de infección.

Durante esta fase, se requerirá de un aislamiento en la habitación del paciente, evitando el contacto con personas o materiales que se encuentren fuera de ella. También pueden ser necesarias algunas transfusiones de hematíes o de plaquetas.

La inducción a la remisión se realiza con dos fármacos, la antraciclina (daunorrubicina o hidrarrubicinal y arabinósido de citosina (AraC), durante tres días el primero, y siete el segundo.
En pacientes menores de 55 años, se consigue una remisón en el 60%-80% y, en edad avanzada o en casos de leucemia secundaria, en el 30%-50%.

De cada tres remisiones, dos requieren de solo un ciclo de inducción y una, de dos o más.
La suma, a esos dos fármacos, de tioguanina o etopósido se emplea con frecuencia pero su eficacia no ha sido comprobada.

En algunos casos, tras la remisión, se realiza la consolidación con los mismos fármacos empleados en la inducción y seguidamente se hace la intensificación.

La intensificación puede ser de tres tipos: con quimioterapia a dosis alta sin trasplante, con quimioterapia a megadosis con trasplante autólogo de médula ósea, o con quimioterapia a megadosis con trasplante alogénico de médula ósea.

El trasplante alogénico se suele indicar, en primer lugar, a jóvenes y a niños que dispongan de donante y las otras dos modalidades se aplican al resto de los pacientes.

En los últimos años, se ha generalizado el autotrasplante de células madre periféricas, pues parece que produce menos toxicidad y mayor eficacia.

La curación oscila entre el 20% y el 60% de los pacientes que reciben intensificación.
La eficacia de la prevención para la recaída en el sistema nervioso central en la leucemia aguda mieloide, no está comprobada, por lo que no se aconseja de forma generalizada. Algunas veces se realiza en pacientes jóvenes o niños.

Tratamiento en pacientes con recaída:

La recaída en la leucemia aguad tiene mal pronóstico. Es menos malo cuanto más joven sea el paciente y más tiempo haya tenido de remisión.

La inducción a la remisión requerirá de unas dosis más altas de quimioterapia, aunque esto no indica que haya mayor número de remisiones.

Cuando se consigue la remisión, el trasplante alogénico, si hay donante y la edad del paciente lo permite, es el mejor tratamiento tanto para la leucemia linfoide como para la mieloide.
Otro posible tratamiento es el trasplante autólogico, para aquellos pacientes que no hayan recibido este tratamiento anteriormente.

Radioterapia para la Leucemia

La radioterapia es el uso de rayos penetrantes de ondas de alta energía o partículas ionizadas para tratar la enfermedad. La radioterapia destruye la habilidad de las células cancerígenas para crecer y dividirse.

La radiación generalmente no se usa en le tratamiento de la leucemia aguda. Sin embargo, puede darse como una preparación para trasplante de médula ósea para tratar síndromes de leucocitosis, o para tratar algunos casos de leucemia crónica.
Radiación Externa

En la radioterapia externa, los rayos son dirigidos al tumor desde fuera del cuerpo. Los doctores pueden recomendar la radiación externa para tratar la leucemia linfoide crónica o la leucemia mieloide crónica en ciertos casos:
  • Para disminuir el tamaño de un bazo abultado provocando síntomas locales
  • Para tratar los síndromes de leucocitosis cuando la cuenta de glóbulos blancos esta muy alta al tiempo del diagnóstico o recaiga.
  • Las dosis se administran en fracciones pequeñas diariamente u ocasionalmente dos veces al día si es necesario.


Cuándo Contactar a su Médico
Llame a su médico si usted desarrolla algo de lo siguiente:

  • Signos de infección, como fiebre, tos, flujo nasal, piel roja o inflamada
  • Signos de sangrado anormal

Quimioterapia:


La quimioterapia es el uso de medicamentos contra el cancér que se inyectan en una vena o en el fluido cerebroespinal, o que se toman por vía oral para destruir o controlar las células del cancér. Excepto cuando se administran en el líquido cerebroespinal, estos medicamentos entran en el torrente sanguíneo y llegan a todas las áreas del cuerpo, lo que hace que este tratamiento sea útil para cánceres tales como la leucemia, que se propaga por todo el cuerpo.


Los medicamentos llamados análogos de la Purina, que incluyen fludarabina(fludara), pentostanina(nipent) y cladribina(2-CdA, leustatina) pueden usarse contra la CLL. La fludarabina parece ser el medicamento más eficaz, y con frecuencia es el primer medicamento que se usa contra la CLL. Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios importantes, inclusive un mayor riesgo de infección.


Los medicamentos llamados agentes alquilantes, que incluyen clorambucil(leukeran) y ciclofosfamida(citoxan), se han usado durante más tiempo. Frecuentemente se usan junto con un análogo de la purina o con otros medicamentos quimioterapéuticos. También pueden usarse solos(o junto con un medicamento esteroide), especialmente en personas que no pueden tolerar un tratamiento más agresivo.


Otros medicamentos que algunas veces se usan para tratar la CLL incluyen doxorrubicina, vincristina y prednisona.


Los medicamentos quimioterapéuticos ejercen su acción atacando a las células que se dividen rápidamente, manera en la cual combaten las células cancerosas. Pero otras células del cuerpo, como las de la médula ósea, las del recubrimiento de la boca y los intestinos y las de los folículos pilosos también se dividen rápidamente. Es probable que estas células también resulten afectadas por la quimioterapia, y esto puede producir efectos secundarios.

Efectos secundarios de la quimioterapia:
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del tipo y la dosis de los medicamentos administrados y el período de tiempo que se administran. Estos efectos secundarios pueden incluir:

  • Perdida del cabello
  • Llagas en la boca.
  • Pérdida del apetito
  • Nauseas y vómitos
  • Menor resistencia a las infecciones (debido a los recuentos bajos de glóbulos blancos)
  • Aparición de hematomas o sangrado con facilidad (debido al bajo numero de plaquetas)
  • Cansancio(debido a la cuenta baja de glóbulos rojos)

Generalmente estos efectos secundarios son de corto plazo y desaparecen una vez que termina el tratamiento.

Sintomas de la leucemia

Ciertas leucemias tienen carácter fulminante, mientras que otras Leucemias tienden a ser enfermedades silenciosas, ya que no existe ningún síntoma que, a simple vista, sirva para diagnosticar la enfermedad. Sin embargo, debido a la alteración que se presenta en la sangre, se pueden observar los siguientes comportamientos en personas que padezcan esta enfermedad. Lamentablemente, se pueden confundir con otros cuadros de otras enfermedades. El método más seguro para conocer la causa de estos síntomas es un hemograma (examen de sangre) y/o una biopsia de médula. Sus síntomas pueden ser:
  • Hemorragias frecuentes sin motivo aparente
  • Tendencia a las infecciones
  • Debilitamiento general del cuerpo
  • Aumento de tamaño de los ganglios linfáticos
  • Pérdida de peso
    Sudoración nocturna
  • Palidez
  • Pérdida del color rosado en las uñas
  • Desmayos
  • Hematomas externos sin haber tenido algún golpe.
  • Ojeras
  • Inflamación de encías
  • Cansancio
  • Aumento de volumen de órganos (hígado, Bazo)
  • Pérdida de memoria
  • Dolor o sensibilidad ósea (puede ser nocturna)
  • Calambres en el cuerpo, pero en el área de las pantorrillas es lo más común debido a la falta de hemoglobina, esto último es cada vez más recurrente en pacientes con Leucemia Linfoblástica Aguda.

Clases de la leucemia

Existen distintos tipos, de acuerdo con la población leucocitaria que afecten:
1.
Leucemia mieloide crónica (LMC) incluida dentro de los síndromes mieloproliferativos crónicos.
2.
Leucemia linfoide crónica (LLC) incluida dentro de los síndromes linfoproliferativos y equiparable al linfoma linfocitico.
3.
Leucemia linfoide aguda o Leucemia Linfoblástica (LLA)
4.
Leucemia mieloide aguda o Leucemia Mieloblástica (LMA)
5.
Leucemia mielógena (LM)

Además de linfomas no Hogdkin leucemizados, es decir con la presencia de células linfomatosas en la sangre periférica, como sucede en la Tricoleucemia.

jueves, 28 de agosto de 2008

¿Qué es la leucemia?

Leucemia, enfermedad que se llama también cáncer de la sangre y de los tejidos productores de las células sanguíneas. Se caracteriza por la sobreproducción de células inmaduras y atípicas de la serie blanca sanguínea, que pasan luego a los vasos. Las células blancas o leucocitos se producen en la médula ósea, el bazo, los ganglios linfáticos y otros tejidos endoteliales. La mayoría de las leucemias no tienen causa conocida. La exposición a radiaciones ionizantes y ciertos productos químicos como el benceno son algunos de los factores que pueden producir la enfermedad. Se sabe que la leucemia humana de células T es provocada por dos virus, y algunas leucemias se han relacionado con ciertas alteraciones cromosomáticas.